En la industria, la estanqueidad no es un detalle: es una condición crítica para la seguridad y el rendimiento de la maquinaria.
La producción de fuelles y elementos de protección de maquinaria exige un diseño que evite la entrada de polvo, líquidos, aceites o productos químicos.
Un fuelle puede cumplir con las dimensiones correctas, pero si no asegura el grado de sellado necesario, su vida útil se reduce de forma drástica.
¿Qué significa estanqueidad en un fuelle?
La estanqueidad hace referencia a la capacidad de un sistema de protección para evitar filtraciones externas. En el caso de los fuelles:
- Estancos: protegen contra líquidos, humedad o agentes químicos.
- Semiestancos: ofrecen una barrera parcial, adecuada para virutas o partículas de polvo.
- Ventilados: diseñados para entornos donde se necesita disipar calor o evitar presión interna.


Consecuencias de una mala elección
- Infiltraciones de viruta que bloquean husillos.
- Corrosión prematura de guías y cilindros.
- Fallos de precisión en maquinaria CNC.
- Incremento de costes de mantenimiento y paradas no planificadas.

Criterios de diseño para asegurar estanqueidad
- Selección de material: textiles técnicos con recubrimientos especiales, poliuretano, caucho o incluso fuelles metálicos para ambientes hostiles.
- Tipo de costura y sellado: termosellado, pegado o cosido con recubrimientos adicionales.
- Pruebas de laboratorio: simulaciones de contacto con aceites, ácidos o nieblas químicas.
Un fuelle bien diseñado es un escudo invisible que evita pérdidas de productividad.
En Lluis Creus sabemos que la estanqueidad no es un accesorio, es la clave para prolongar la vida útil de cualquier máquina.